Y con nuestra plaza en el todo-terreno reservada nos disponemos para partir a la aldea de Hushe en el valle del
mismo nombre. Posiblemente este lugar no os suene de nada, pero por
aquí pasan las expediciones que vuelven del K2,
y de otros muchos picos de la zona, ya que se encuentra a los pies del Masherbrun (K1). Y la posibilidad de hacer
pequeñas excursiones de 1 día y largos trekkings es infinita.
Como solo hay un transporte diario el coche va abarrotado: las mujeres en el interior y los
hombres en el techo,
a nosotros como turistas nos han reservado el mejor lugar: los asientos delanteros (esta claro que por
aquí no
pasan muchos turistas, y que están felices de recibirnos).
La idea de llegar a Hushe surge por que es uno de los lugares mas remotos de la tierra, y a la vez accesible con
un poco de paciencia, y además lo mejor es que en Hushe hay un "Refugio Español" en el sentido mas literal, ya que la
"Fundación Sarabastall" y la "Fundación José Ramón de la Morena" han hecho posible este milagro para ayudar a la
población local y desarrollar la vida de la comunidad con becas y asistencia medica a los pobladores de Hushe, y para
los montañeros dotarlos de unas infraestructuras de alojamiento y servicio para los trekkings
fantástico y que les
facilita mucho las cosas, todo con personal local, lo que les permite ganar un dinero que les ayuda cuando llegan las
difíciles condiciones climatológicas invernales. A nosotros nos atendieron
increíblemente, y estaban muy felices de
tener turistas españoles.
respecto a la población de Hushe, pues es muy sencilla, muy pobre, pero la gente fue extremadamente amable con nosotros,
los niños nos acompañaban, los mayores nos saludaban, nos enseñaron su
mezquita, y nos preguntaros que animal queríamos
que mataran para la cena, gallina o cabra. Nos conformamos con la gallina que desplumaron ante nuestros ojos...