Salimos de la ciudad de Oaxaca dirección a un lugar de nombre atrayente: "Hierve
el agua", la verdad es que al llegar allí, lo único que hierve es el nombre, porque el
agua está congelada, aún así "ni modo" nos damos unos bañitos.(Foto 1).
Todo el lugar está lleno de formaciones calcáreas que hace tiempo esculpió el
agua, ahora está más bien muerto. No obstante se puede hacer un recorrido muy interesante
por el lugar, y admirar bellas formaciones.(foto 2)
Al día siguiente decidimos hacer una excursión, se trataba de encontrar y penetrar en el
interior de una cueva llamada "La Puente", entre los campesinos del lugar buscamos
alguien que sepa de ella y nos guíe. Lo único que sabemos es que es el nacimiento de un
río.
Ya con nuestro guía dentro del carro, partimos valle abajo por una polvorienta
terracería, y en 40 minutos llegamos al río, bajamos a su lecho y lo remontamos durante
una hora, teniendo cuidado de no irnos al agua, ni de pisar ninguna de las muchas serpientes
venenosas que hay en esta zona. (foto 3)
Por fin llegamos a la entrada de la cueva, (foto 4), nos damos cuenta que va a ser imposible
ni siquiera acercarse, ya que es imprescindible entrar en el agua, está de verdad
congelada, es ese frío que te paraliza el pié por congelación. No obstante todos nos
descalzamos, para hacernos la foto en la entrada, por casualidad, a pocos metros dentro de
la cueva, hay como una pequeña isla, y nos introducimos, más que nada para que se nos
calienten un poco los pies antes de salir. Y ya en la isla, una sorpresa, se ve luz en su
interior, no muy lejos, unos 30 metros, y es que "La Puente", no es realmente una cueva, sino que el río atraviesa la montaña (de ahí su nombre), formando un gran puente, volvemos a respirar profundo, y la recorremos en su totalidad, a la salida, una poza
para bañarse (nadie lo hizo), con una bonita cascada. La cueva aunque pequeña, está muy
activa, con miles de estalactitas, que nos proporcionan una auténtica ducha en su corto
recorrido.
Ya de regreso, que mejor para entrar en calor que pararse en una pequeña destilería de
mezcal muy rudimentaria, para comprar unos litros de esta bebida alcohólica típica del
estado de Oaxaca, que al igual que el tequila, se obtiene de la destilación del Agave, y en
todas las botellas como toque final se les adiciona un gusanito, aunque allí nos dijeron
que este no le da ningún sabor extra a la bebida.