Hameln es una pequeña ciudad a
orillas del río Weser, que conserva un impresionante conjunto arquitectónico de
inspiración holandesa y flamenca, así como numerosas casas de vigas entramadas.
Los restos de su antigua muralla y torreones defensivos (foto 1) y su Colegiata
(Münster) (foto 2), es lo primero que se aprecia de la ciudad por sus grandes
dimensiones.
Por el centro de la ciudad hay numerosos paneles indicativos que nos muestran
una sencilla ruta a pié por los lugares y casas principales para visitar. Se
puede comenzar por ejemplo en la plaza de la localidad (foto 3), y continuar por
la calle principal: la Osterstraße (foto 4) con numerosos cafés, terracitas
(foto 5) y casas-museo (foto 6) que se pueden visitar.
Otra casa famosa junto a la Colegiata, es la Hochzeitshaus (Casa de Bodas) (foto
7), un edificio del 1600 con un gran salón para bodas civiles. Algunas casas son
curiosas por sus formas (foto 8), otras se han convertido en hoteles (foto 9), y
otras como la Stiftsherrenhaus (Casa de los Canónigos) posee unas hermosas
columnas de madera talladas con personajes bíblicos que la sustentan (foto 10).
Pero por lo que es más famoso este lugar, es por la leyenda del "Flautista de
Hamelin" : Se cuenta que un día de 1284, un joven enigmático ataviado con una
vestimenta multicolor, prometió a los habitantes de Hamelin, librar a la villa
de todas las ratas y ratones a cambio de una buena recompensa en forma de
monedas de oro. El hombre tocó su flauta y al sonar las primeras notas
comenzaron a salir todas las ratas de sus agujeros, y siguieron al flautista
hasta el río Weser, muriendo todas ahogadas al atravesarlo. Pero cuando el
flautista regreso a reclamar su recompensa, el alcalde se burló de el, y no pagó
lo prometido. Para vengarse, el joven se presentó un domingo a la hora de la
misa y haciendo sonar su flauta atrajo a todos los niños de la localidad que le
siguieron. Estos desaparecieron para siempre del lugar, sin que nadie pudiera
averiguar que fue de ellos, pues de los 130 que le siguieron, solo regresó un
mudo y un ciego. Una adaptación teatral de este relato se representa cada
domingo en verano en la Casa de Bodas al mediodía. Pero cualquier día del año en
la iglesia bajo su carrusel de campanas se puede ver desfilar al flautista
cuando estas marcan las horas (foto 11), y además al flautista lo veréis
representado de mil formas por toda la ciudad, en la entrada a un museo (foto
12), en una estatua (foto 13), por los adoquines del suelo (foto 14), en las
tiendas de recuerdos en mil formas, aunque la más sabrosa tal vez sea la de las
panaderías: ?A quien no le gusta comerse una rata? de pan, claro (foto 15).
Muy cerca de Hameln, se encuentra el Castillo de Hämelschenburg (fotos 16 a 18),
abierto al público, está rodeado por un estanque y un sistema de fosos, una
bella obra del Renacimiento...