Desde Liwo-Riwo, se accede a uno de los saltos más espectaculares de la Gran
Sabana. Pero primero os tendréis que poner en manos de uno de los indígenas de
la aldea (foto 1), para que con su curiara, os lleve al salto llamado Aponwao,
ya que se llega por el río, hasta que ya se oye el salto y uno se pone nervioso
(foto 2). Dicen que antes se desembarcaba mucho más cerca del salto aun, pero
después de un "accidente", en el que la barca se fue abajo, ahora dejan un mayor
margen de seguridad.
El salto es tremendo, brutal, abrumador (foto 3), pero hay que darse la caminata
de descender hasta el fondo (foto 4 y 5), donde rompe de agua (foto 6), eso si
es espectacular. Remolinos de agua y viento por todos lados, el chapuzón sin
meterse al agua está asegurado, ya que el agua flota en el ambiente.
No me voy a molestar en buscarle más adjetivos, simplemente el lugar, su
aislamiento, de la manera en que se llega, todo junto sentirse allí con tu
familia y tus amigos, no os lo perdáis si tenéis la oportunidad...