La Quebrada de Jaspe, es el lugar más conocido y frecuentado de la Gran
Sabana. Su accesibilidad al pié de la carretera principal, lo hace parada
obligatoria, tanto para refrescarse como para pasar un día. Además es uno de los
pocos sitios algo organizados, con un gran parking donde estacionar, y donde no
se permite acercarse, ni meterse hasta donde se pueda con el carro como en los
otros lugares, evitando su deterioro.
Aquí hay que llegar a medio día (foto 1), cuando el sol está bien alto, e incide
directamente sobre la piedra de jaspe encendiéndola, todo el río que es de este
material se vuelve rojo brillante y es espectacular (foto 2).
Si no hay multitudes, puede ser un lugar relajante, pero cuidado, el jaspe
erosionado y pulido por la acción del agua, resbala de lo lindo , y nos jugamos
una muñeca, así que hay que disfrutar el lugar con tranquilidad (foto 3).
Nos dijeron que este año bajaba muy poca agua y que con más caudal es mucho más
espectacular, pero la verdad es que Ana Sofía con solo un palito y una amiguita,
se lo pasó bomba (foto 4)...