Manaos. Edo Amazonas. Brasil

Diciembre 2006

Si se llega a Manaos por tierra, el entrar en "shock" está asegurado, y es que nadie se puede esperar que un lugar que está rodeado por más de 1000 km de pura selva en cualquier dirección parezca una ciudad normal y corriente como en cualquier parte del mundo (foto 1), con su caos circulatorio, pizzerías, buenos restaurantes, y cientos de hoteles de todas las categorías por decir algo. Además nos dio una impresión muy segura incluso por la noche.
Hay que acercarse a la zona del puerto para encontrar los preciosos edificios de principios de siglo cuando la prosperidad de Manaos estaba en su apogeo, por la explotación del caucho (ciclo da borracha). En esa época hubo una gran migración de gentes de todo tipo con un único fin, el de enriquecerse, y eso llevó a la ciudad el desarrollo, la luz, y el agua canalizada, servicios que ni siquiera existían en el resto del país. Encontrareis de todo: edificios administrativos (foto 2), casas de comerciantes (foto 3), fastuosas antiguas residencias (foto 4), y su catedral (foto 5).
También algunos monumentos como el Relógio Municipal, un reloj importado de Suiza, y construido para celebrar el centenario de la declaración de Manaos como ciudad, lo que ocurrió el 24 de Octubre de 1848, convirtiéndose a la vez en la capital de la provincia Amazonas...