La prosperidad de Goslar,
antigua ciudad libre del imperio, se debió durante muchos siglos a la riqueza
minera del Harz, y especialmante a los yacimientos de plata y plomo de las minas
de Rammelsberg (foto 1). De aquí se extrajo plata durante casi un milenio,
habiéndose producido unos 30 millones de toneladas de mineral.
La UNESCO declaró estas minas argentíferas de Rammelsberg, junto con el centro
histórico de Goslar, Patrimonio Cultural de la Humanidad, y en la actualidad se
pueden recorrer tanto a pie como con el original ferrocarril minero subterráneo,
además de visitar el Museo Minero de la montaña de Rammelsberg.
La visita es muy completa, y se pueden ver todas las instalaciones en el estado
original en que quedó cunado se paralizó la extracción, así que todo está tal y
como se encontraba cuando funcionaba, desde las duchas (foto 2), a la enfermería
(foto 3), los vestuarios, los cuales a pesar de ser inmensos, era imposible
colocar una taquilla individual para cada trabajador, ya que trabajaba mucha
gente, así que las pertenencias de cada uno así como su ropa de trabajo se
colgaba del techo, dejando todo el vestuario libre (foto 4). Además completas
explicaciones, fotos y los materiales que se utilizaban para trabajar (foto 5).
Después de esta introducción, ya estamos listos para bajar a la mina, pero
primero hay que equiparse con casco y lámparas (foto 6). Y una vez equipados
tomaremos el angustioso y claustrofóbico tren minero al interior de la mina
(fotos 7, 8 y 9). Una vez abajo, cuesta un poco caminar por la mina, ya que todo
está inundado (foto 10), tenían un grave problema con la inmensa cantidad de
agua que se filtraba por las galerías de la mina.
Nos enseñan a utilizar un taladro (foto 11), bueno lo intentaron, pero era tal
el ruido que hacía, que el pequeño Marco se asustó tanto que rompió a llorar, y
no había manera de calmarlo. Nos detonaron un pequeño explosivo para que
viéramos como se progresaba con las galerías (foto 12) lo que provocó más
lloros, en fin, a lo mejor Marco no va para minero...
Una vez fuera, podemos husmear por toda la mina, done se encuentran los
vehículos que se utilizaban para trabajar (foto 13), todas las instalaciones
donde se procesaba el mineral hasta obtener la plata, etc.
Una curiosidad la encontramos en una vieja sala de bombas, y que por aquí pasó
al famoso artista modernista Christo, famoso por envolver todo tipo de objetos,
algunos tan grandes como el Reichtag berlinés, pues bueno visitó Rammelsberg, y
les dejó una muestra de su "arte" envolviendo una vagoneta de mineral (foto
14)...