Pero la estación de skí más conocida de Eslovenia es: Kranjska Gora, un
idílico pueblo montañés situado en un entorno alpino majestuoso (foto 1), su buen dominio esquiable (foto 2) está avalado por las numerosas competiciones internacionales aquí
disputadas, incluidas pruebas de la Copa del Mundo de skí alpino.
Como no hemos venido a esquiar, nos interesamos por una capilla rusa construida en madera
de la que hemos visto una foto en un folleto, y que es realmente
encantadora, desgraciadamente no está en el mismo pueblo, sino en la montaña, y se accede a
ella por una carreterita que en invierno está cortada a la misma salida del pueblo, tapada
ya al empezar por 2 metros de nieve, y nos tenemos que conformar con ver la iglesia del
pueblo (foto 3).
Nos damos un paseo arriba y abajo de la población, por su centro peatonal, por sus pistas
de skí, y sin darnos cuenta pasa el tiempo, y es que uno se encuentra tan gusto en estos
pueblecitos rodeados de montañas que no nos iríamos nunca, y aun cuando ya lo hemos
hecho, paramos el coche una y otra vez a tomar una última foto, pero nunca es la
última...(foto 4)