Seguimos subiendo y bajando valles, y de uno a otro cada vez
teniendo que tomar ferrys para cruzar fiordos, todos espectaculares, pero que
ralentiza enormemente la conducción. Pero ya que no se avanza, al menos disfruta
la vista (fotos 1 a 3). Nuestro objetivo es el fiordo de Geiranger.
Este Fiordo de Geiranger (Geirangerfjorden) (fotos 3 a 6), es el más conocido y
fotografiado de Noruega. Un arquetipo de como se imagina uno un fiordo con un
pueblecito al final (foto 7), con imponentes paredes que se retuercen y adentran
estrechándose durante kilómetros y kilómetros (foto 8), y con altísimas cascadas
de agua que caen desde los acantilados (foto 9).
Todo eso lo tiene este fiordo, y por eso pasó a formar parte del Patrimonio
Mundial de la UNESCO en el 2005.
El turista lo puede disfrutar de muchas maneras: hay vistas espectaculares desde
las carreteras que acceden a él, con miradores en los mejores lugares (fotos 10
a 12). Multitud de campings en sus orillas para quedarte a disfrutar del
espectáculo (foto 13), del paso de los grandes transatlánticos que aquí fondean
(foto 14), o simplemente de alquilar un pequeño bote para remar en esta
inmensidad de lugar (foto 15)...