Marco celebra su primera semana de vida, y lo pasamos tan tranquilitos y
felices en casa, hasta que suena el teléfono, y una amiguita de Ana Sofía la
invita a ir a pasar el día al Expanzoo. Ella muy ilusionada me pide permiso para
ir. Yo que no conozco el lugar me auto invito y me apunto a la salida. Heike
dice que ella no se queda sola en casa y que también se va, y el pobre Marco no
entiende absolutamente nada de lo que pasa y el porque del ajetreo, si había
empezado el día de lo más tranquilo, y se ve arrastrado también (foto 1).
El Expanzoo, es un zoológico interactivo de contacto, pero con la peculiaridad
que funciona como un centro educativo para personas con necesidades especiales
y/o discapacitadas. Es un centro privado, y eso se nota nada más entrar, todo
está limpio, ordenado y cuidado (foto 2), esperemos que la "revolución" lo
respete y no lo nacionalice.
Hay muchos animales sueltos por todos lados, loros, pavos reales, cerdos, de
todo un poco, y los que no lo están son totalmente accesibles para poder
alimentarlos y acariciarlos: vacas (foto 3), canguros (foto 4), camellos (foto
5), avestruces (foto 6), y un largo etcétera.
Veréis que muchos de los cuidadores tienen minusvalías o retrasos mentales, pero
a todos los veréis felices cumpliendo un trabajo agradable, que les llena y
motiva.
Esta institución sin fines de lucro, tiene como fin el desarrollo y educación de
personas con retardos mentales y necesidades especiales, y a su disposición pone
Zooterapias e Hidroterapias para personas con limitaciones especiales,
motoras, mentales y físicas, además de ser residencia para ellas...