Es difícil encontrar un solo adjetivo que pueda definir al edificio
más alto del mundo: el Burj Khalifa con sus 828 metros de altura, es
algo muy impresionante y las fotos no reflejan la grandeza esta proeza
de la ingeniería. Para verlo completo hay que alejarse bastante de el
(foto 1), y hacerlo sin miedo, ya que es visible 95 kilómetros antes de
llegar a Dubai. Si te acercas mucho no cabe completo en una sola foto
(foto2), y hay que tomar al menos tres (fotos 3 a 5). Tremendamente
estético, está totalmente integrado en el paisaje de la ciudad, y todo
lo que se ha creado a su alrededor (fotos 6 y 7).
El turista puede acceder al piso 124 (foto 8) de los 200 que tiene y lo
hace en el ascensor más rápido del mundo a 10 metros por segundo, una
velocidad de ascenso que te destroza los tímpanos en el escaso minuto
que dura el viaje.
Una vez arriba disfrutareis de unas vistas aéreas que más bien parecen
tomadas desde un avión (fotos 9 a 11), y algunas exposiciones
fotográficas sobre su construcción, o montajes comparándolo con otros
rascacielos (fotos 12 a 14).
Pero no es este el único rascacielos de Dubai, los hay de todo tipo
algunos retorcidos, retorcidos (foto 15)...