Y entramos en el desierto tunecino con paisajes realmente
hostiles para los asentamientos humanos, aquí solo encontraremos viento, sol y
arena (foto 1), en medio de una soledad terrible. Aquí las pequeñas poblaciones
posibles están siempre en los palmerales, zonas húmedas con agua auténticos
oasis de vida.
La entrada al gran desierto es Douz (fotos 2 y 3). Es un pequeño asentamiento
famoso por su mercado semanal de camellos, y su aun más famosa carrera anual de
camellos.
Al sur de la población, comienza lo que sería el gran desierto con más de 500
kilómetros de arena, y solo arena. Es lo que llaman la puerta o entrada al
desierto (foto 4). Nosotros la cruzamos con nuestro pequeño vehículo de alquiler
(foto 5), pero estaba claro que esa no era la manera, y así solo conseguiríamos
ponernos de arena hasta las narices (foto 6). Este es el lugar ideal para una
excursión en camello.
Y allí mismo dimos un bonito paseo en camello, rodeados de un paisaje
espectacular. arena, sol y palmeras (fotos 7 a 18)...