El Castillo de Praga domina la ciudad (fotos 1 y 2), y es prácticamente una
ciudad dentro de la otra. Dentro encontraremos dispersos entre los numerosos
patios y callejuelas del recinto, no solo el Palacio Real y la catedral, sino
otros palacios, una basílica románica, fortificaciones, torres, conventos,
museos, galerías, etc.
Se construyó en el siglo IX como una fortaleza, y posee diferentes entradas: la
principal por el llamado primer patio (foto 3), que es la entrada de la
residencia presidencial, y donde se celebran las recepciones oficiales, o la de
la Torre Negra (oto 4), todas bien custodiadas (foto 5), y es que pareciera que
por algunas te pueden caer a palos y puñaladas (foto 6).
Muchas plazas, edificios y fuentes en su interior (foto 7), pero sobre todo
destaca la Catedral de San Vito (foto 8), uno de los grandes templos góticos de
Europa, no os puedo hablar de su interior, porque no se lo que daban dentro,
pero fijaros la inmensa cola de acceso que había y que le daba la vuelta (foto
9), así que nos conformamos con disfrutar de sus detalles exteriores (foto 10).