Entramos en un nuevo estado venezolano, llamado Delta Amacuro que ocupa toda
la desembocadura del Río Orinoco. Es muy poco visitado por el turismo
simplemente porque la visita es muy incómoda, y la razón la veréis clara si
miráis un mapa, y al hacerlo veréis que no hay nada más que los canales de agua
que forman esta desembocadura del río Orinoco. O sea más de 40.000km cuadrados
de tierras pantanosas y apenas 122 kilómetros de carreteras, así que el medio de
transporte para llegar a cualquier comunidad indígena, o donde nos propongamos
serán las barcas.
Ya en el siglo XVI, Sir Walter Raleigh le dijo a la Reina Isabel de Inglaterra,
que se podía utilizar el curso del Orinoco para conquistar las Colonias
Españolas, pero los españoles debieron tener un espía en la corte inglesa, ya
que se dieron a la tarea de construir unos fortines para proteger la entrada del
río, tanto de los ingleses como de los saqueos de los piratas. Hoy en día quedan
2, los de San Francisco de Asís y el de Padrasto o San Diego, ambos del siglo
XVIII.
Están muy bien conservados (foto 1), conservan sus cañones y garitas (fotos 2 y
3), pero lo mejor como siempre en los castillos es su ubicación, o sea su vista
hacia el río Orinoco (fotos 4 y 5). También se pueden visitar algunas celdas que
recrean el modo de vida de la época (foto 6)...