El puente Carlos, es uno de los puentes más espectaculares de Europa, una
obra maestra medieval. Con sus 500 metros de largo y 16 arcos, une las dos
mitades de la ciudad de Praga desde 1402. El nombre le viene por ser construido
por encargo de Carlos IV, y fue la única comunicación entre las dos partes de la
ciudad por 500 años.
El puente es cautivador se mire hacia fuera o hacia dentro, hacia fuera y hacia
cualquier lado es todo un espectáculo de cúpulas barrocas, campanarios góticos,
torres medievales, fachadas renacentistas y grandes palacios de la nobleza, y si
miramos hacia dentro del puente, disfrutaremos de una serie de esculturas
medievales que lo decoran. La armonía entre el puente gótico, y su ornamentación
barroca es perfecta. No todas las estatuas son originales, ya que algunas se
instalaron posteriormente para sustituir a las dañadas por una riada en el siglo
XIX, pero todas son obras de maestros bohemios.
El único problema para apreciar todo este arte es la multitud de turistas,
vendedores fijos y ambulantes, artistas, músicos y demás que se instalan el
puente, lo que impide de alguna manera disfrutarlo...