Pocos lugares del mundo calificados como reserva de la Biosfera, poseen una
naturaleza tan exótica y variada. Es imposible describirlo, tal vez se podría
usar la palabra "mágico". Es un lugar donde la creación ha llegado a un punto
cumbre de perfección, generosidad y opulencia tanto material como espiritual,
así he visto yo el estado Amazonas con unos escenarios que impactan visualmente,
y donde el tiempo parece haberse detenido para deleite de nuestros sentidos.
Pero en esta exuberante reserva llena de belleza, vida, variedad y cantidad de
productos forestales y recursos minerales de incalculable valor, la comida es un
bien escaso. Y para un turista-urbanita como yo, pues además se complica con
precarias o nulas condiciones de higiene. No lavabos, no refrigeración de
alimentos, no agua potable, etc, etc...?Que y como comíamos???...
La única bebida, es la "yucuta"., un brebaje de horroroso aspecto visual y que
por eso cuesta tanto de tragar (foto 1), se elabora rayando la yuca (foto 2), y
se disuelve en agua del Orinoco sin ningún tipo de tratamiento.
Solo tienen una manera de conservar alimentos sin luz eléctrica, secar y ahumar
el pescado, así en cualquier receso simplemente sacan un balde con pescado seco
agarras un cacho, y a conversar (foto 3).
Cualquier amante del pescado podría ser feliz aquí, cada día pescados diferentes
de especies que nunca has visto, pero cuando se desayuna sopa de pescado, se
almuerza pescado a la brasa, y se cena pescado seco día tras día, pues...bueno
mi preferido el "rayado" (foto 4), por sus curiosas manchas pero por dentro sin
espinas y todo jugoso, el exótico: la piraña (foto 5) que una vez en la sopa,
solo hay que quitarle los dientes para no hacerte daño al masticarlo, y después
del festín, pues al Orinoco con el balde (foto 6), lo bueno es que como no se
utilizan muchos platos ni cubiertos, se termina rápido con la limpieza...