La Hacienda Bukare (foto 1), es una hacienda de cacao típica de
la zona de Paria, de estilo colonial, muy agradable, y decorada con mucho gusto.
Nos podemos quedar a dormir en ella, no nos faltará de nada, hamacas, y mesas
donde tomar chocolate bajo el porche del patio interior (foto 2), jardín,
tumbonas e incluso una pequeña piscina (foto 3). Aunque por supuesto la zona que
más disfrutaremos será el comedor (foto 4), imaginaros cenas con salsas de
cacao, desayunos con cremas caseras de chocolate y bollos calientes, tardaremos
tiempo en olvidarlo.
Pero la atracción principal es la plantación de cacao que rodea la Hacienda, a
todos los que pernoctan aquí se les enseña el proceso desde la siembra hasta la
cosecha y posterior elaboración del chocolate, todo de manera artesana como se
ha realizado siempre.
La visita comienza en la plantación de cacao, en seguida vemos los frutos, y nos
comentan que es el único que sale del tronco de un árbol (foto 5), que da fruto
todo el año, y que es esencial que estén lo suficientemente juntos un árbol de
otro para que tengan mucha sombra.
Todo el mundo sabe que el cacao no se puede comer directamente como sale del
fruto, pero lo que no todos saben es que se pueden chupar como si fueran
caramelos, sin morderlo, y es que posee una especie de mucosas dulces en su
interior que rodean las pipas (foto 6), pero claro nada comparado con el
producto final, recién elaborado y sin ningún tipo de aditivo ni conservantes
(foto 7)...