Cuando los fríos llegan a la Europa del Norte, lo mejor es emigrar a sur. Y
en la misma Europa, en el mediterráneo, uno aun puede disfrutar del baño, el sol
y las playas en el mes de Octubre. ?Donde¿. Por ejemplo en Malta.
Aterrizamos en este pequeño país, y nos instalamos por unos días en un hotel en
la población costera de Bugibba, que es un destino popular entre los turistas,
no por su atractivo, sino por la gran oferta hotelera que dispone.
Nuestro hotel se llama Bellavista, pero esta no es hacia el mar, si no hacia un
parque con mucho verde y juegos para niños (foto 1), y una zona de salinas.
Aunque el hotel es sencillo disponemos de piscinas tanto cubierta como
descubierta, con lo que el baño cada día está asegurado (fotos 2, 3 y 4).
Salimos del hotel para ver la población. Calles estrechas, caóticas, ni una sola
en línea recta y con subidas y bajadas, dificultan un tanto la orientación. Si
vienes del centro, el mar no lo ves hasta que caes en él, pero lo terminamos
encontrando. Lo primero que vimos, fue la iglesia. Terrible, fea no, feísima,
hace daño a la vista (foto 5). Llegamos a la calle central peatonal que da al
paseo marítimo, aquí ya hay algo más de orden y limpieza (foto 6). Lo que faltan
son los turistas, está realmente vacío todo, y eso que el tiempo es espléndido y
el agua del mar perfecta para el baño?. Pero en Bugibba no es que haya playa en
si, sino que han aprovechado las terrazas rocosas que forma el mar para colocar
las tumbonas y sombrillas de playa (foto 7), y con pequeños diques de cemento y
arena artificial, han conseguido que todo el mundo se pueda bañar con seguridad,
niños incluidos (foto 8), y si quieres nadar más libremente, pues tienes
todo un mar (foto 9).
Paseando por la zona costanera de Bugibba, veréis muchos restaurantes, tiendas
para turistas y hoteles, y a uno de ellos vale la pena hacer una visita. Se
llama "Dolmen Hotel", y en sus jardines hay todo un templo megalítico bastante
interesante (fotos 10 y 11). Este templo prehistórico, no es cualquier cosa, ya
que está datado entre el tercer y cuarto milenio antes de Cristo, por lo que es
considerado junto con otros templos que hay también aquí en la isla de la misma
época como uno de los conjuntos prehistóricos primeros y más antiguos de la
humanidad, construido de una manera sencilla con relativamente livianas piedras
de material coralino traídas de la costa que está a escasos metros. Y ya que nos
metimos al hotel a ver el dolmen, y llevábamos nuestras toallas de playa, porqué
no darnos un bañito en las piscinas de este bonito hotel de muchas más estrellas
que el nuestro? (foto 12)...