El paladar también disfruta en Colombia, su gastronomía es otro de los
atractivos del país. Cada región tiene sus sabores, pero en la capital se
pueden disfrutar todos.
Nosotros como comenzamos visitando la sabana bogotana, lo primero que probamos
fue la "Aguapanela con queso", dulce y calentito para combatir el frío de las
tierras altas (foto 1). La insuperable "Bandeja Paisa" (foto 2), plato muy
completo que lleva de todo: chorizo, huevo, frijol, tostón, aguacate, tocino,
etc...como entrada nos sirvieron una sopita de cebolla, y claro un jugo, y es
que en un país exótico y tropical como este los jugos son una delicia, poseen
frutas de las que nunca antes habréis oído hablar como el arazá, caimo, copazu o
cayarana.
Me dio la impresión que el colombiano es básicamente carnívoro, por lo que el
almuerzo pasa por los distintos cortes de carne, así que un buen filete no falta
(foto 3), el que más se recomendaba el "Baby Beef".
La estrella y el plato imperdible es el "Ajiaco Santafereño" (foto 4). Bogotá
fue conocida en tiempos coloniales como Santafé de Bogotá, motivo por el cual
"santafereño" es un gentilicio por el cual se conoce a los capitalinos, de ahí
viene el adjetivo "ajiaco santafereño", que es el plato más representativo de la
ciudad. Sus ingredientes: papa criolla, papa pastusa, papa sabanera, mazorca,
pollo y guascas, acompañado con alcaparras, crema de leche, aguacate y plátano.
La verdad es que vimos mucha variedad de comidas: cocidos, pucheros, mondongos,
sopas, carnes, y comida vegetariana, pero sea lo que sea por lo que os decidáis,
siempre hay que terminarla con el mejor café del mundo, sin duda el café
colombiano.
Por la calle no os moriréis de hambre en Bogotá, por todos lados hay pequeños
puestecitos de cualquier cosa (foto 5), y en cualquier esquina os encontrareis
un mercado donde comprar verduras o frutas frescas (foto 6). Buen provecho (foto
7). Disfrutad de Bogotá. Un lugar totalmente recomendable. Nos encantó (foto
6)...