Todos hemos oído hablar de la Isla de Murano en Venecia, famosa
por la perfección y estética en la elaboración de piezas de cristal ya desde el
siglo XII. Pero de lo que seguramente no habréis oído hablar, es que el único
país que comparte la tradición de este arte, es Venezuela, la "pequeña
Venecia", y a pocos kilómetros de Caracas hace ya 50 años que 67 técnicos
italianos han contribuido a consolidar la reputación y belleza de este arte.
Y nos fuimos a ver la fábrica-tienda, en la que es posible ver todos los días
del año no solo la exposición de piezas a la venta, sino como realizan el
trabajo totalmente a mano. Tuvimos algo de mala suerte, ya que el día que
elegimos para ir, fue el día que eligieron para hacer el mantenimiento a la
fábrica, y esta no funcionaba, así que nos tuvimos que conformar con ver la
tienda y la exposición de piezas. Hay de todo tipo: jarrones (foto 1), piezas de
adorno, o decoración (foto 2), animales (foto 3), platos, o cualquier otra cosa
inimaginable o no fabricada en vidrio (foto 4).
Pero no penséis que iba a quedarme sin disfrutar del espectáculo de ver hacer
piezas de arte en cristal en vivo, y a la primera oportunidad que tuve, me volví
a escapar para allá, y esta vez si funcionaba la fábrica, y con toda
tranquilidad y toda la fábrica para nosotros, vimos todo el proceso, el fundido
del cristal (foto 5), los hornos (foto 6), como se trabaja y modela (foto 7), y
como no el producto terminado (foto 8). Se puede hablar con los artesanos,
preguntarles sobre su trabajo, las piezas, como se consiguen los diferentes
tonos y colores, o lo que se ocurra, una visita muy instructiva y curiosa...