Mientras disfrutamos de la vista de los glaciares de la
Península Antártica desde la zodiac, aparece alguien inesperado, una foca
leopardo se acerca a nosotros tranquilamente (foto 1), parece que le gusta que
la fotografiemos y viene junto a nuestras embarcaciones a posar, vernos y que la
veamos (foto 2). Pero de repente ve algo que la atrae más que nosotros, un
desdichado pingüino que también está nadando cerca nuestro. Nos deja y va tras
el (foto 3), lo atrapa sin ninguna dificultad (foto 4), y cuando creemos que
simplemente se lo comerá allí mismo, pues no, vamos a asistir a un espectáculo
de esos que solo se ven en los documentales de National Geografic, o de
cualquier naturalista famoso de la tele.
Primero se puso a jugar con el, lo soltaba, lo volvía a atrapar,( foto 5), lo
agarraba fuertemente cos sus mandíbulas (foto 6), para lanzarlo fuertemente
contra el agua (foto 7), estas operaciones las repitió varias veces ante
nuestros atónitos ojos, también lo sumergía por segundos bajo el agua (foto 8),
y hasta lo dejaba escapar brevemente jugando con el simplemente para volverlo a
atrapar (foto 9), y continuar con su salvaje juego. Finalmente cuando se cansó,
simplemente lo desmenuzó y le desgarró la piel para comérselo (foto 10),
impresionante de verdad.
Las Focas Leopardo (Hydrurga Leptonyx), como nos acabó de demostrar, no está en
peligro de extinción, con unos 800.000 individuos, mide de 3 a 4 metros de largo
y pesa de 300 a 500 kilos. Tiene una dieta variada a base de krill, peces,
cefalópodos, pingüinos, focas débiles y crías. Es solitaria y agresiva, y se
alimenta cerca de la superficie. Se aparea bajo el agua, y cría entre Noviembre
y Enero después de una gestación de 9 meses...