Es el trekking más deseado por cualquier turista en Venezuela, pero el hecho
de no ser fácil ni contar con comodidades, hace que muchos se lo piensen antes
de acometerlo. Primero solo se puede realizar en época de lluvias cuando los
ríos llevan suficiente caudal como para ser navegables, esto hace que seguro,
seguro nos mojaremos y mucho, además del calor y la humedad extrema del ambiente
de selva, por no hablar de mosquitos, arañas, serpientes o la misma corriente
del río. Por este motivo no permiten a niños menores de 6 años llegar a la base
del Salto Ángel vía fluvial. Ana Sofía viajera privilegiada de nacimiento lo
realizará con solo 3 años.
Partimos de Canaima caminando para superar las tremendas cascadas que caen sobre
su laguna (foto 1), antes de embarcarnos en unas curiaras para remontar el río
Carrao. Como son varias horas de barca, de vez en cuando nos damos un pequeño
chapuzón aprovechando las paradas para comer algo (foto 2). En algunos tramos en
el río se forman rápidos y debemos desembarcar y caminar para superarlos. Unos
tramos el río está tranquilo (foto 3), otras más movido (foto 4), pero lo que
siempre permanece es un paisaje virgen brutal. Más adelante dejamos el río
Carrao para introducirnos en el río Churum, por el navegaremos entre tepuyes,
siempre con el Auyan tepuy a la derecha, en el que se aprecian cascadas por
todos lados (foto 5), hasta que ya en la tarde vemos por primera vez nuestro
objetivo, el Salto Ángel (foto 6)...